martes, 29 de septiembre de 2015

Martínez de Pisón, Premio Nacional de Narrativa 2015


Ignacio Martínez de Pisón, Premio Nacional de Narrativa 
El escritor aragonés ha sido galardonado por su novela La buena reputación.




El Premio Nacional de Narrativa lo concede el Ministerio de Cultura a la mejor novela escrita el año anterior en cualquiera de las lenguas españolas. El jurado está presidido por el director general del Libro y está formado por 10 personas, entre ellas el ganador anterior. Está dotado con 20.000 euros y se entrega en el mes de Octubre. 
La buena reputación es la historia de una familia, más netamente de cinco de sus miembros, de abuelos a nietos, que cubren cinco novelas sucesivas dedicadas a cada uno de ellos, las cuales abarcan desde los años cincuenta hasta los ochenta, brindando un variadísimo retrato moral de la clase media española. 
Pero, bajo el foco de la narración, una familia no ciegamente anodina, como tampoco resulta anodina la elección de Melilla, origen y culminación del relato, aparentemente desubicada de la historia de la Península, con una inestabilidad que dota a la novela de un marco de relevancia al incluir una operación del Mosad -que contó con el beneplácito del régimen de Franco, pese a no reconocer el Estado de Israel- para sacar judíos de Marruecos y llevarlos a la tierra de sus ancestros. En la operación interviene, muy discretamente, el cabeza de familia, Samuel, judío necesitado de hacerse valer en su comunidad, casado con una gentil de Zaragoza, Mercedes, a donde ella obligará a regresar a la familia, fortaleciéndose ella en su arraigo y desarraigándole a él de su pertenencia".

 (Información extraída de El País, Babelia, 3 de mayo de 2014)





Luis Alberto de Cuenca, Premio Nacional de Poesía 2015

Luis Alberto de Cuenca, Premio Nacional de Poesía 2015 por la obra 'Cuaderno de vacaciones'




Luis Alberto de Cuenca nació en Madrid el 29 de diciembre de 1950. Es doctor en Filología Clásica y Profesor de Investigación del C.S.I.C., ha sido Director de dicho Instituto y de la Biblioteca Nacional. Hasta 2004 fue Secretario de Estado de Cultura.
Casado en terceras nupcias con Alicia Mariño desde 2000, tiene dos hijos: Álvaro (1976) e Inés (1989).
Como traductor y especialista en cultura clásica ha publicado, entre otros, Floresta española de varia caballería (1975), Necesidad del mito (1976), Himnos y epigramas de Calímaco (1980), Antología de la poesía latina (1981), El héroe y sus máscaras (1991), Bazar (1995), o Álbum de lecturas (1996). En 1989 obtuvo el Premio Nacional de Traducción por su versión del poema latino medieval Cantar de Valtario.
Su obra poética se inicia en 1971 con Los retratos y prosigue con Elsinore (Madrid, Azur, 1972), Scholia (Barcelona, Antoni Bosch, 1978) y Necrofilia (Madrid, Cuadernillos de Madrid, 1983), en la línea de la poesía culturalista. La ironía, el lenguaje coloquial, el distanciamiento, o la mezcla de lo cotidiano y lo libresco, son rasgos perceptibles a partir de La caja de plata (Sevilla, Renacimiento, 1985), que obtuvo el Premio de la Crítica en 1986. El otro sueño (Sevilla, Renacimiento, 1987), El hacha y la rosa (Sevilla, Renacimiento, 1993), Por fuertes y fronteras (Madrid, Visor, 1996), y El bosque y otros poemas (Málaga, Llama de amor viva, 1997) completan su obra poética, que reúne, corregida y reelaborada, a excepción del primer libro, en Los mundos y los días. Poesía 1972-1998 (Madrid, Visor, 1999. 2ª edición). Posteriormente ha publicado Sin miedo ni esperanza (Madrid, Visor, 2002).
En 2010 fue elegido académico de número de la Real Academia de la Historia.
Se le concede el Premio Nacional por su poemario Cuaderno de vacaciones



Una muestra del Poemario es el poema: Caverna perpetua


Como todos los hombres, vine al mundo

a recordar, porque el conocimiento
es tan solo memoria, remembranza,
reminiscencia de otra realidad
mejor, más prestigiosa y más estable,
de la que un día fuimos desterrados.
La vida es perseguir inútilmente
la fuente primordial, donde confluyen
todos los hilos de agua del recuerdo,
rozar casi sus gárgolas y hundirse
en el suplicio de una sed eterna.
Tú, madre mía, soledad, aún puedes
salvarme de este olvido que amenaza
con sembrar de silencio las llanuras
sonoras de mi alma. Novia mía,
hermana soledad, dime qué hubo,
o si hubo algo, digno de memoria
fuera de la caverna en la que vivo.


Ese intenso poema –Caverna perpetua-, fechado en 2009, cierra y da título a la primera sección del Cuaderno de vacaciones.